El despertador biológico estaba programado a las 8 de la mañana, y funcionó aun cuando hacía dos hora que llevaba dormido. Por un momento solté una maldición, pero me detuve justo cuando recordé que era domingo y tendría todo el dia por delante para recuperarme. Adormilado y con mucho frío traté de meterme entre las cobijas, pero la cama estaba desnuda. A cambio, me había quedado dormido con la ropa y zapatos. No me importó ni hice algo al respecto, quise pronunciar un "Bah!" y volver a acumular lagañas, pero mis labios estaban totalmente secos y consumidos por un extraño sabor a alcohol. Despertó mi olfato, y tenía un olor tan penetrante a alcohol que temí incendiarme vivo con alguna chispa perdida. Decidí pegar pestañas antes de que mis otros sentidos despertaran y me castigaran por haber practicado el arte prohibido de olvidar y perdonar. Haberme emborrachado con tequila.
A pesar del frío, estaba sudando. No era un sudor cualquiera, el tequila se destilaba y con él mis tristezas. El proceso se estaba completando, yo dormía como si fuera la eternidad y aquello que me habia puesto a tomar, se perdía en la inmensidad del tiempo. Sin embargo para cuando deseperté de aquel dormir sin sueños, solamente habían pasado diez horas. No recordaba nada, ni donde había estado, ni qué habia hecho, ni donde tenía que estar, ni que tenía que hacer, menos donde estaba en ese momento. Solo sabía que estaba despertando de una vida pasada, algo que había querido borrar y que lo habìa conseguido, era inútil pensar en ello. Reconocía el lugar, reconocía la hora, reconocía el día, reconocí aquella extraña sensación .... tenía un hambre de los mil demonios.
Me levanté, tomé el teléfono y marqué a la operadora. -"¿Hey, podrías redirigir mi llamada a donde pueda pedir comida? Pero no rápida, ¡¡instantánea!!" ... Lo único instantáneo que recibí fue el tono del teléfono de que me había colgado. La siguiente opción era salir a rondar por la calle a buscar dónde podía comer a las 6 de la tarde. Muy tarde para comida, muy temprano para cena, no encontré nada en 4 cuadras a la redonda. Regresé a la casa con los ojos inchados por el sol, efecto mismo que si yo fuera un vampíro. Sin éxito, tratando de buscar una solución, de pronto vino a mi mente ... y supe que ya no tendría hambre, pero tampoco comería bocado alguno. Me acordé de ella, me reenamoré de ella, la extrañé, la necesité, la desee .... y entonces la llamé. Escuché su voz, y me alimentó el alma, sin embargo no me saciaba y la hice reir, la hice sonrojar, la hice recordar, la hice suspirar ... y cometí sobredosis.
Por un momento pensé que el tequila atacaba de nuevo, lo cierto es que ya no había ni una sola gota en mi sistema, ahora -una vez mas- el amor me estaba mareando. Colgué, directo a dormir, ahora si como Dios lo había comandado. Soñé con ella, fui feliz de nuevo, desperté ocho horas después justo para ir por un menudo. El ciclo se había completado, del corazón me había curado.
No vuelvo a medicarme con Tequila. La próxima vez será Whisky.
A pesar del frío, estaba sudando. No era un sudor cualquiera, el tequila se destilaba y con él mis tristezas. El proceso se estaba completando, yo dormía como si fuera la eternidad y aquello que me habia puesto a tomar, se perdía en la inmensidad del tiempo. Sin embargo para cuando deseperté de aquel dormir sin sueños, solamente habían pasado diez horas. No recordaba nada, ni donde había estado, ni qué habia hecho, ni donde tenía que estar, ni que tenía que hacer, menos donde estaba en ese momento. Solo sabía que estaba despertando de una vida pasada, algo que había querido borrar y que lo habìa conseguido, era inútil pensar en ello. Reconocía el lugar, reconocía la hora, reconocía el día, reconocí aquella extraña sensación .... tenía un hambre de los mil demonios.
Me levanté, tomé el teléfono y marqué a la operadora. -"¿Hey, podrías redirigir mi llamada a donde pueda pedir comida? Pero no rápida, ¡¡instantánea!!" ... Lo único instantáneo que recibí fue el tono del teléfono de que me había colgado. La siguiente opción era salir a rondar por la calle a buscar dónde podía comer a las 6 de la tarde. Muy tarde para comida, muy temprano para cena, no encontré nada en 4 cuadras a la redonda. Regresé a la casa con los ojos inchados por el sol, efecto mismo que si yo fuera un vampíro. Sin éxito, tratando de buscar una solución, de pronto vino a mi mente ... y supe que ya no tendría hambre, pero tampoco comería bocado alguno. Me acordé de ella, me reenamoré de ella, la extrañé, la necesité, la desee .... y entonces la llamé. Escuché su voz, y me alimentó el alma, sin embargo no me saciaba y la hice reir, la hice sonrojar, la hice recordar, la hice suspirar ... y cometí sobredosis.
Por un momento pensé que el tequila atacaba de nuevo, lo cierto es que ya no había ni una sola gota en mi sistema, ahora -una vez mas- el amor me estaba mareando. Colgué, directo a dormir, ahora si como Dios lo había comandado. Soñé con ella, fui feliz de nuevo, desperté ocho horas después justo para ir por un menudo. El ciclo se había completado, del corazón me había curado.
No vuelvo a medicarme con Tequila. La próxima vez será Whisky.
4 comentarios:
Orale,, vaya historia de tequila..
Por un momento pense que harias referencia a la novelita esa..jeje..
chido sr.. ahh.. por cierto, Jonhy Walker black label ;) saben mucho a madera.. pero eso si.. madera de la buena jeje :D
Saludos!
nel... mejor un jack Daniel's...
mas barato... iwal de weno!
jamas he tomado teqila en mi via
Salvador:
¿de cual novelita hablas? :S ... no tengo conocimiento de una novela que hable del tequila.
sailor psycho:
Así es, Jackesito es de lo mejor en wiskys, el poder del maiz !!
queen aurora:
pues deberías, es producto nacional, y debemos conocerlo por puro patriotismo :P
Saludos a los 3 , muchas gracias por comentar !! =)
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